lunes, 25 de marzo de 2013

La evaporación del ladrillo

Las viviendas visadas por los colegios de arquitectos andaluces caen de 50.000 a 1.000 por trimestre en ocho años.

La construcción está paralizada y los sindicatos urgen un plan público de rehabilitación de inmuebles


La construcción de viviendas en Andalucía ha pasado del esplendor a la nada en menos de una década. De los años del denominado boom inmobiliario (2005-2006), en los que se visaban en la comunidad cerca de 50.000 viviendas como media cada trimestre, se ha pasado a la completa paralización del sector con apenas un millar de proyectos de pisos aprobados en tres meses.

Las estadísticas del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España recogen la sangría que ha experimentado el sector en la región en los últimos ocho años. En el primer trimestre de 2005 se contabilizaron 48.196 viviendas visadas. Era la época en que la construcción suponía el 19% del Producto Interior Bruto (PIB) regional. En el mismo período del pasado año 2012, última cifra disponible, se registraron 1.110 pisos. En apenas un año (de 2007 a 2008) se redujo a un tercio la cifra de proyectos aprobados.


Sevilla y Málaga han acaparado el grueso de las nuevas construcciones. La Costa del Sol ha duplicado, algunos meses, a la capital hispalense en el número de viviendas levantadas y vendidas debido al segmento de turismo residencial. Extranjeros que escogieron la provincia malagueña para fijar su segunda casa en la que pasar largos periodos de vacaciones o jubilarse. Por ejemplo, en el año 2006, prácticamente una de cada tres casas que se vendieron entre las localidades de Estepona y Rincón de la Victoria fue adquirida por un ciudadano que no residía en España.
“Son unos datos pésimos, unas cifras incapaces de empeorar; una situación patética que supone que el sector de la construcción ha dejado de existir”, considera Antonio Vargas, decano del Colegio de Arquitectos de Málaga. La provincia malagueña jamás ha registrado cifras tan bajas de vivienda visada desde que se realizan estadísticas, hace más de 25 años. “La política fiscal que inició el año pasado el Gobierno central no ofrece resultados, y tampoco sabemos si los dará más adelante”, considera Vargas.
Los promotores y constructores estiman que, en el mejor de los casos, serán necesarios tres años para reactivar el sector. El vicepresidente de la Federación Andaluza de Empresarios de la Construcción (Fadeco), José Prado, es contundente: “Nos queda mucho que esperar para volver a visar una vivienda; ahora mismo no le digo a mi arquitecto ni que haga el proyecto”, asegura. Prado lleva más de tres décadas dedicado a la construcción y afirma que nunca ha visto una situación tan mala como la de ahora. “¿Cómo voy a meterme en costos cuando el mercado está muerto?”, se pregunta.

Los dos próximos años, y en función de cómo evolucione la creación de empleo, serán claves para reactivar esta actividad. “Con una tasa de paro del 35% en Andalucía nadie piensa en comprarse una vivienda”, afirma Prado, que compara esta paralización con la que sufre también el sector de la automoción. “Hay una psicosis en cuestión de compra, a pesar de que es el momento idóneo para invertir en ladrillo para aquellos que tienen dinero”, advierte el representante de la patronal Fadeco.

Prado recuerda que con el inicio de la caída de las ventas de vivienda nueva, en 2008, “el sector se refugió en la obra pública, pero ha ocurrido lo mismo que en la promoción, que las inversiones de las administraciones se han desplomado en más de un 70%”.

Los promotores admiten, a regañadientes, que la burbuja inmobiliaria se infló demasiado. Años de bonanza en los que se construía muy por encima de la demanda del mercado. Prado defiende que a la fuerte demanda de extranjeros dispuestos a comprar viviendas “al contado, sin pedir préstamos”, se unió la crisis global y financiera. “Los bancos cerraron el grifo del crédito de la noche a la mañana”, recuerda.

Los sindicatos coinciden con los arquitectos en que no hay signos que evidencien una recuperación del sector a corto o medio plazo. “Denunciamos cómo se inflaba la burbuja hasta que pegó el reventón; ahora ya no es posible aguantar más tiempo la situación dramática que se viven muchas familias por la falta de trabajo”, afirma el secretario general de la Federación de Metal, Construcción y Afines de UGT en Andalucía, Manuel Jiménez.

Fuente de la información:

No hay comentarios:

Publicar un comentario