jueves, 7 de marzo de 2013

La crisis desplaza el fraude desde el 'ladrillo' a las Administraciones

Los ciudadanos señalan a los partidos políticos como el sector más contaminado

 

Los ciudadanos señalan a los partidos políticos como el sector más contaminado.
La crisis económica en la que estamos inmersos desde finales de 2007 ha provocado un desplazamiento de la corrupción del sector privado al sector público español. Ésta es una de las principales conclusiones que pueden extraerse de los informes que la organización Transparency Internacional (TI) ha venido publicando en los últimos cinco años.
Su presidente en España y catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), Jesús Lizcano, explica este hecho de forma muy simple: antes de iniciarse la crisis, uno de los sectores más afectados por la corrupción era el inmobiliario, el que tiraba de nuestra economía en los años del boom, mientras que después, con el pinchazo del ladrillo, la corrupción menguó en este tipo de actividades.
Según Lizcano, en ese mismo periodo, sí se ha registrado un aumento en algunas prácticas corruptas en las Administraciones. A causa de ello, en 2012 España deja de descender puestos en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) que elabora TI y que clasifica los países de acuerdo con la imagen que sus ciudadanos tienen del sector público, en una escala que va de cero a diez, desde "muy transparente" a "sumamente corrupto".

España baja cinco puestos

En el año 2007, España ocupó el puesto vigésimo quinto entre los 131 países que conformaron el índice (con una nota de 6,7). A la cabeza de los territorios más transparentes, se situaron Nueva Zelanda, Dinamarca y Finlandia (con una puntuación de 9,4). Se entiende que estos tres países contaban con "sólidos sistemas de acceso a la información" y con normas que regulan la conducta de quienes ocupan cargos públicos. De 2007 a 2012, nuestro país ha descendido cinco escalones hasta colocarse en trigésimo lugar (en ese tiempo se han incorporado al informe cuarenta y dos estados más.)
Este movimiento implica que las Administraciones españolas eran menos transparentes a finales del año pasado que al inicio de la crisis. A lo largo de ese tiempo, otros países sí consiguieron mejorar la percepción de los ciudadanos sobre sus instituciones y llegaron, incluso, a adelantar a España en el ranking mundial. Éste es el caso de Qatar y Emiratos Árabes (con una valoración de 68 sobre 100*) y Chipre (su nota es de 66 .) Más significativo aún es el ejemplo de Botsuana, que alcanzó la misma puntuación que España el año pasado (65 sobre 100) después de haber escalado ocho puestos en el índice.
Lizcano se muestra, además, tajante al afirmar que, en el último Barómetro Global de la Corrupción elaborado por TI (que también recoge las impresiones y perspectivas acerca de este asunto a nivel mundial), los partidos políticos fueron "el sector más contaminado", aquél que suscitó más recelos y una opinión más negativa entre los ciudadanos, tanto en el caso de los españoles, como en los del resto de países examinados.

Actuaciones firmes

Transparency Internacional ha advertido "de forma insistente" a la Unión Europea de que debería abordar de inmediato el problema de la corrupción en el sector público, y entiende que toda acción en este sentido será clave para poder superar la crisis financiera. De hecho, en su último informe, TI hace especial hincapié en que algunos de los países que registran resultados insatisfactorios en el Índice de Percepción de la Corrupción son aquellos a los que la crisis ha azotado con más vehemencia.
La organización internacional recomienda encarecidamente a los gobiernos que incorporen, cuanto antes, acciones decididas contra la corrupción. Es decir, medidas que permitan mejorar la transparencia tanto de la contratación, como del gasto público y que sirvan, a la vez, para ampliar la rendición de cuentas de las administraciones y organismos públicos a la población.

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