Los ciudadanos señalan a los partidos políticos como el sector más contaminado
Los ciudadanos señalan a los partidos políticos como el sector más contaminado.
La crisis económica en la que estamos inmersos desde finales de 2007 ha provocado un desplazamiento de la corrupción del sector privado al sector público español. Ésta
es una de las principales conclusiones que pueden extraerse de los
informes que la organización Transparency Internacional (TI) ha venido
publicando en los últimos cinco años.
Su presidente en España y catedrático de la Universidad Autónoma de
Madrid (UAM), Jesús Lizcano, explica este hecho de forma muy simple:
antes de iniciarse la crisis, uno de los sectores más afectados por la
corrupción era el inmobiliario, el que tiraba de nuestra economía en los
años del boom, mientras que después, con el pinchazo del ladrillo, la
corrupción menguó en este tipo de actividades.
Según Lizcano, en ese mismo periodo, sí se ha registrado un aumento
en algunas prácticas corruptas en las Administraciones. A causa de ello,
en 2012 España deja de descender puestos en el Índice de Percepción de
la Corrupción (IPC) que elabora TI y que clasifica los países de acuerdo
con la imagen que sus ciudadanos tienen del sector público, en una
escala que va de cero a diez, desde "muy transparente" a "sumamente
corrupto".
España baja cinco puestos
En el año
2007, España ocupó el puesto vigésimo quinto entre los 131 países que
conformaron el índice (con una nota de 6,7). A la cabeza de los
territorios más transparentes, se situaron Nueva Zelanda, Dinamarca y
Finlandia (con una puntuación de 9,4). Se entiende que estos tres países
contaban con "sólidos sistemas de acceso a la información" y con normas
que regulan la conducta de quienes ocupan cargos públicos. De 2007 a
2012, nuestro país ha descendido cinco escalones hasta colocarse en
trigésimo lugar (en ese tiempo se han incorporado al informe cuarenta y
dos estados más.)
Este movimiento implica que las Administraciones españolas eran menos
transparentes a finales del año pasado que al inicio de la crisis. A
lo largo de ese tiempo, otros países sí consiguieron mejorar la
percepción de los ciudadanos sobre sus instituciones y llegaron,
incluso, a adelantar a España en el ranking mundial. Éste es el caso
de Qatar y Emiratos Árabes (con una valoración de 68 sobre 100*) y
Chipre (su nota es de 66 .) Más significativo aún es el ejemplo de
Botsuana, que alcanzó la misma puntuación que España el año pasado (65
sobre 100) después de haber escalado ocho puestos en el índice.
Lizcano se muestra, además, tajante al afirmar que, en el último
Barómetro Global de la Corrupción elaborado por TI (que también recoge
las impresiones y perspectivas acerca de este asunto a nivel mundial),
los partidos políticos fueron "el sector más contaminado", aquél que
suscitó más recelos y una opinión más negativa entre los ciudadanos,
tanto en el caso de los españoles, como en los del resto de países
examinados.
Actuaciones firmes
Transparency
Internacional ha advertido "de forma insistente" a la Unión Europea de
que debería abordar de inmediato el problema de la corrupción en el
sector público, y entiende que toda acción en este sentido será clave
para poder superar la crisis financiera. De hecho, en su último informe,
TI hace especial hincapié en que algunos de los países que registran
resultados insatisfactorios en el Índice de Percepción de la Corrupción
son aquellos a los que la crisis ha azotado con más vehemencia.
La organización internacional recomienda encarecidamente a los
gobiernos que incorporen, cuanto antes, acciones decididas contra la
corrupción. Es decir, medidas que permitan mejorar la transparencia
tanto de la contratación, como del gasto público y que sirvan, a la vez,
para ampliar la rendición de cuentas de las administraciones y
organismos públicos a la población.
Fuente de la información: